El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció la aprobación de una nueva estrategia de cooperación con Argentina para el período 2025-2028, que contempla un paquete de financiamiento por 10.000 millones de dólares. De ese monto, 7.000 millones estarán orientados a proyectos del sector público y 3.000 millones al fortalecimiento de la inversión privada.
La implementación del plan será ejecutada de forma articulada entre el BID (sector público), BID Invest (sector privado) y BID Lab (innovación). El objetivo principal es promover reformas estructurales que impulsen la sostenibilidad fiscal, liberen el potencial de la economía y mejoren las condiciones sociales del país.
El desembolso será gradual: se prevén hasta USD 3.150 millones en 2025 y USD 2.500 millones anuales entre 2026 y 2028. Sin embargo, el flujo neto de caja podría oscilar entre USD 703 millones y 1.703 millones, dependiendo del avance de los programas.
El plan se basa en tres pilares clave: fortalecer la eficiencia del gasto público, avanzar en la apertura económica y acompañar a la población vulnerable. El BID identificó la reducción de la pobreza —que ha fluctuado entre el 25 % y el 53 % en las últimas dos décadas— como uno de los mayores desafíos sociales de Argentina.
"Buscamos un crecimiento sostenido liderado por el sector privado, que genere empleo de calidad y conectividad con alto impacto social", expresó Viviana Alva-Hart, representante del BID en Argentina.
Por su parte, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, celebró la decisión como un "respaldo claro a las prioridades del Gobierno de Javier Milei", destacando que permitirá consolidar las reformas y fomentar un clima más favorable para la inversión privada.
Este nuevo apoyo refuerza el vínculo estratégico entre Argentina y el BID, en un contexto donde la estabilidad económica y la inclusión social siguen siendo ejes centrales del debate nacional.