Un reciente informe revela una paradoja inquietante en la educación argentina: entre 2015 y 2024, el número de docentes aumentó un 54%, mientras que la matrícula estudiantil creció solo un 1%. Paralelamente, se registró una caída del 5% en la cantidad de estudiantes de carreras docentes, al tiempo que los institutos de formación crecieron un 2%, alcanzando un total de 1.492 en todo el país.
El estudio fue elaborado por Romina de Luca (CONICET - CEICS), María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén (Argentinos por la Educación), con datos del Relevamiento Anual de la Secretaría de Educación. Según el análisis, esta expansión institucional no responde a una planificación integral del sistema educativo y profundiza las desigualdades territoriales. Los mayores aumentos de institutos se dieron en San Luis (+67%), Chaco (+35%) y Tucumán (+26%), mientras que la matrícula cayó drásticamente en provincias como La Pampa (-50%) y Catamarca (-45%).
A esto se suma un factor clave: el salario docente. En 2024, el sueldo de los maestros —medido por un cargo de jornada simple con 10 años de antigüedad— fue el más bajo en 20 años, afectado por una inflación que superó ampliamente los incrementos salariales. La pérdida del poder adquisitivo desde 2016 coincide con la caída sostenida en la cantidad de ingresantes a carreras docentes.
Aunque aumentaron los egresados en varias provincias —con picos de +347% en Buenos Aires y +310% en Catamarca—, los especialistas advierten sobre la alta rotación, la falta de planificación territorial y la disminución de exigencias para cubrir cargos. Áreas como Matemática, Ciencias Exactas y Lenguas presentan las vacantes más difíciles de cubrir, lo que impacta directamente en la calidad educativa.
“La formación docente en Argentina sigue desarticulada del sistema educativo real. No hay datos públicos por especialidad ni por cohorte que permitan planificar con inteligencia”, señaló Romina de Luca. En la misma línea, el sociólogo Emilio Tenti Fanfani advirtió: “La proliferación de institutos es una particularidad difícil de justificar en términos del desarrollo educativo nacional”.
El informe concluye que, lejos de ser solo una cuestión numérica, el problema está en la falta de planificación estratégica y en la ausencia de políticas que acompañen las necesidades concretas del sistema educativo. Mientras tanto, el desafío persiste: formar más y mejores docentes, donde realmente hacen falta.