El gobierno de Neuquén avanza en gestiones para asegurar el financiamiento necesario que permita mantener operativa la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), ubicada en Arroyito. El ministro de Planificación, Rubén Etcheverry, confirmó que este jueves 28 de agosto se reunirá en Buenos Aires con el presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Germán Guido Lavalle, junto al gerente general de la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), Alexander Berwyn, para tratar la continuidad del contrato vigente y definir un esquema de recursos.
La Provincia reclama a la CNEA una deuda superior a los $4.000 millones, correspondientes a partidas mensuales destinadas a cubrir gastos de conservación, salarios, energía eléctrica y transporte de personal. La demora en los desembolsos ya generó atrasos en pagos a proveedores y compromete la estabilidad del servicio, pese a que hasta el momento se han cumplido los sueldos. “Si no continúa esta conservación, el activo se deteriora y esa es la consecuencia inmediata de no sostener el contrato”, advirtió Etcheverry.
La PIAP pertenece a la CNEA, mientras que su operación está a cargo de ENSI. Hace cuatro meses, el organismo nacional notificó la rescisión del contrato marco que regía la relación, lo que detuvo el proceso de alistamiento necesario para reanudar la producción de agua pesada. Ante este escenario, ENSI lanzó una convocatoria a potenciales compradores mediante una carta de intención, en busca de reactivar el interés por este insumo estratégico.
Etcheverry destacó que el panorama internacional cambió en los últimos dos años, con un renovado interés por el agua pesada tanto en aplicaciones no nucleares como nucleares. Sin embargo, remarcó que la prioridad inmediata es garantizar el mantenimiento de la planta y destrabar los fondos adeudados: “La situación actual es compleja hasta que se resuelva la continuidad del contrato y el financiamiento para la puesta en marcha”, señaló.