Dejar de fumar es una de las mejores decisiones que una persona puede tomar para su salud, aunque muchas veces viene acompañado del temor a ganar peso. ¿Por qué ocurre este cambio y cómo se puede prevenir? A continuación, exploramos las causas y ofrecemos consejos prácticos para dejar el cigarrillo sin sumar kilos de más.
¿Por qué se suele engordar al dejar de fumar?La nicotina acelera el metabolismo y suprime el apetito. Al dejar de fumar, el metabolismo se ralentiza y aumenta el deseo de comer, especialmente alimentos calóricos. Además, la ansiedad por la abstinencia puede derivar en picoteos frecuentes. Por eso, se estima que los exfumadores ganan entre 2,5 y 5 kilos durante los primeros meses, aunque esta tendencia suele estabilizarse con el tiempo.
Estrategias para evitar el aumento de peso1. Alimentación equilibrada:
No se trata de hacer dieta, sino de mejorar la calidad de lo que comemos. Evitar ultraprocesados y optar por frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras puede ayudar a controlar el apetito y lograr una mayor saciedad.
2. Controlar porciones y snacks:
Llevar un registro de comidas y elegir colaciones saludables como frutas, yogures descremados o frutos secos en pequeñas cantidades. También puede ayudar masticar chicles sin azúcar para calmar la ansiedad oral.
3. Actividad física regular:
Hacer ejercicio ayuda a quemar calorías, mejora el ánimo y reduce la ansiedad. Caminar, nadar o correr son opciones efectivas para mantenerse activo y motivado en el proceso de dejar de fumar.
4. Apoyo profesional:
Un nutricionista puede diseñar un plan alimenticio adaptado a cada persona. Además, el acompañamiento profesional refuerza la motivación y brinda herramientas para afrontar los desafíos.
5. Descanso y manejo del estrés:
Dormir bien y reducir el estrés es esencial. El cansancio puede aumentar el apetito y dificultar el control del peso.
6. Evitar bebidas calóricas:
El alcohol y las bebidas azucaradas aportan calorías vacías y pueden actuar como disparadores para recaídas.
Algunos como los parches, chicles o sprays de nicotina ayudan a moderar la ansiedad y pueden atenuar el aumento de peso. No obstante, su efecto es limitado. Por otro lado, los programas que integran actividad física han demostrado ser eficaces para mantener el peso bajo control.
Conclusión:
Ganar peso al dejar de fumar no es inevitable ni permanente. Con hábitos saludables y apoyo adecuado, es posible abandonar el cigarrillo y mantener un peso estable, mejorando la salud física y emocional. La balanza se inclina claramente hacia los beneficios de vivir libre de tabaco.