Vaca Muerta acelera la autosuficiencia energética y pone en marcha el sueño argentino del GNL

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Vaca Muerta acelera la autosuficiencia energética y pone en marcha el sueño argentino del GNL
Vaca Muerta acelera la autosuficiencia energética y pone en marcha el sueño argentino del GNL

La producción récord de petróleo y gas, la mejora en infraestructura y el avance de proyectos estratégicos posicionan a Vaca Muerta como una plataforma clave para exportar gas natural licuado. Según Rystad Energy, Argentina se consolida como potencia energética emergente en América Latina.

El primer trimestre de 2025 marcó un nuevo hito para Vaca Muerta. La formación no convencional de la Cuenca Neuquina no solo incrementó su producción de petróleo y gas, sino que comenzó a dejar atrás las restricciones de infraestructura que limitaban su expansión, abriendo el camino hacia un objetivo cada vez más cercano: convertir a Argentina en un exportador global de gas natural licuado (GNL).

Según un informe reciente de la consultora internacional Rystad Energy, en marzo la producción de petróleo en Vaca Muerta alcanzó los 447.000 barriles diarios, lo que representa un aumento del 26% interanual, pese a una expansión marginal en el número de perforaciones nuevas. Esto refleja un salto importante en la eficiencia operativa de los desarrollos en la zona.

El otro avance clave fue la ampliación del sistema de transporte, que comenzó a operar en abril y permitió destrabar uno de los principales cuellos de botella que limitaban la producción. En paralelo, la producción de gas seco también mostró un crecimiento sostenido, con un promedio de 2.100 millones de pies cúbicos diarios en el primer trimestre, un 16% más que en el mismo período del año pasado.

“El gas está acaparando la atención”, aseguró Radhika Bansal, analista de Rystad Energy, al explicar que Argentina tiene potencial para consolidarse como un actor importante en el mercado mundial del GNL. La visión está centrada en el ambicioso proyecto Southern Energy LNG, que prevé la instalación de dos buques flotantes con una capacidad conjunta de 6 millones de toneladas anuales, con producción estimada para fines de 2027.

Además, YPF avanza con planes de mayor escala en asociación con gigantes del sector como Shell y ENI, que proyectan alcanzar su máximo nivel de producción hacia fines de la década.

Como muestra del renovado interés internacional, Equinor —la petrolera estatal de Noruega— decidió mantenerse en Vaca Muerta tras haber evaluado su salida. La mejora en infraestructura y las perspectivas de exportación fueron factores clave para revertir esa decisión.

Según Rystad, Vaca Muerta concentró el 43% de las operaciones de fusiones y adquisiciones de petróleo y gas en América Latina durante el primer trimestre de 2025, lo que la convierte en la región más dinámica de la industria en el continente.

Con estos indicadores, el sueño argentino de convertirse en una potencia energética exportadora deja de ser una aspiración lejana y comienza a tomar forma concreta, con Vaca Muerta como su principal motor.

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