Un video que se viralizó en redes sociales encendió una fuerte polémica en el ámbito médico argentino: un aspirante a las residencias médicas habría utilizado anteojos con cámara para filmar el examen de ingreso y enviar el contenido a terceros, quienes luego le facilitaron las respuestas. La grabación muestra cómo el postulante pasa lentamente las hojas del cuestionario, presuntamente registrando las 100 preguntas con unos lentes Ray-Ban Meta, tecnología que incluye cámara, micrófono y conexión inalámbrica.
El hecho ocurrió el pasado 1° de julio en la sede de Parque Roca, Ciudad de Buenos Aires, una de las locaciones con mayor concurrencia del país. Desde el Ministerio de Salud confirmaron que el video es auténtico y que el protagonista es un médico ecuatoriano que ya había rendido la prueba el año anterior con un puntaje muy bajo. Este año, obtuvo 92 sobre 100.
Las autoridades explicaron que el fraude consistía en grabar el examen con los anteojos, salir al baño y enviar el contenido a colaboradores externos que resolvían las preguntas. Luego, el postulante regresaba al aula con las respuestas. Esta maniobra se repitió en varias ocasiones, según testigos presenciales.
Como consecuencia, el Gobierno decidió que los 268 postulantes que obtuvieron más de 86 puntos deberán rendir nuevamente entre el 4 y el 7 de agosto. Además, se implementará un sistema de validación oral o evaluación escrita según la coherencia entre los antecedentes académicos y los resultados obtenidos.
La cartera de Salud también señaló que muchos de los involucrados provienen de universidades extranjeras con estándares educativos difíciles de comparar con los del sistema argentino. En el caso de Ecuador, indicaron que los promedios académicos no incluyen materias desaprobadas, lo que distorsiona el rendimiento real del estudiante.
El caso plantea un desafío urgente para los mecanismos de control en evaluaciones de alto impacto y abre el debate sobre el uso de tecnología avanzada con fines deshonestos en el ámbito educativo.