El precio de un simple combo de pancho y gaseosa por $18.000 en un parador del Cerro Catedral generó una ola de indignación en redes sociales, reavivando el debate sobre los costos del turismo interno durante la temporada alta. La imagen, tomada por un visitante y rápidamente viralizada, muestra cómo los precios en la montaña argentina se equiparan —e incluso superan— a los de centros de esquí internacionales como Aspen, en Estados Unidos.
Con el dólar blue rondando los $1.310, ese combo básico equivale a US$13,75. Una cifra que, según relevamientos, es comparable con opciones gastronómicas en Aspen: una hamburguesa cuesta US$15,95, unas quesadillas US$12, y un wrap grande US$9,30. En algunos casos, almorzar en la ciudad estadounidense resulta más barato que hacerlo en un parador del Cerro Catedral.
Los comerciantes del sector justifican los precios por los altos costos operativos de mantener servicios en plena montaña, desde el transporte de insumos hasta el personal. Sin embargo, la diferencia con los precios en el centro de Bariloche —donde el mismo combo puede costar menos de la mitad— refuerza la percepción de un “plus de montaña” que termina recayendo sobre el bolsillo del turista.
Las redes sociales se hicieron eco rápidamente: “¿Cómo puede ser que un pancho cueste más que un almuerzo completo en Aspen?”, escribió un usuario en X (ex Twitter), mientras otros apuntaron a la creciente inaccesibilidad del turismo local. Incluso visitantes extranjeros se mostraron sorprendidos por los valores.
La postal del pancho de $18.000 pone en evidencia una problemática de fondo: la escalada de precios en destinos turísticos argentinos, donde la inflación y los márgenes en temporada alta transforman una salida familiar en un lujo. Mientras tanto, el turismo nacional, especialmente el de clase media, ve cada vez más restringido su acceso a lugares emblemáticos como Bariloche.