En plena ola polar, el Ministerio de Salud de Neuquén alertó sobre un preocupante aumento de intoxicaciones por monóxido de carbono. Según el último boletín epidemiológico, en lo que va de 2025 ya se registraron 65 casos, mientras que entre enero de 2024 y junio de este año se notificaron 343 episodios en total.
La exposición a este gas tóxico, inodoro e incoloro, sigue siendo una de las principales causas de internaciones por accidentes domésticos en la provincia. El grupo etario más afectado es el de adultos jóvenes de entre 25 y 44 años, con 106 casos. Le siguen los menores de 14 años (85 casos) y los jóvenes de entre 15 y 24 (80). También se contabilizaron 54 intoxicaciones en adultos de entre 45 y 65 años y 13 en mayores de 65.
La región de la Confluencia —que incluye a las ciudades más densamente pobladas como Neuquén capital y Plottier— concentra el 44,7 % de los casos reportados. Le siguen la región Pehuén con el 26 % y Lagos del Sur con el 18,7 %.
Entre las fuentes más frecuentes de intoxicación se encuentran las estufas a gas (17,2 %), hornallas o anafes (6,4 %) y los incendios (4,4 %). Sin embargo, en casi la mitad de los casos (48,7 %) no se logró identificar el origen, lo que dificulta la implementación de estrategias preventivas más específicas.
Desde la cartera sanitaria se reiteraron recomendaciones clave para evitar nuevas intoxicaciones: ventilar los ambientes diariamente, revisar los artefactos con gasistas matriculados, no dormir con estufas encendidas en espacios cerrados y observar que la llama de los equipos sea siempre azul, indicador de una combustión correcta.
También se insistió en prestar atención a síntomas como dolor de cabeza, mareos, náuseas o somnolencia, señales tempranas de intoxicación que requieren atención médica inmediata.
En este contexto de bajas temperaturas sostenidas, el gobierno provincial reforzó las campañas de concientización en medios y redes, recordando que “la intoxicación por monóxido de carbono es silenciosa, pero absolutamente prevenible”.