En una decisión que busca marcar un antes y un después en la política vial de la provincia, la Legislatura de Neuquén aprobó este miércoles una nueva ley que regula el uso de radares en rutas provinciales, eliminando su aplicación indiscriminada y desalentando su utilización con fines recaudatorios.
La iniciativa, presentada por la diputada Gisselle Stillger (Arriba Neuquén), recibió un amplio respaldo durante la décima sesión ordinaria del año. “Queremos que los radares sean herramientas para cuidar vidas y no trampas para recaudar”, expresó Stillger al defender el proyecto.
La ley establece que los dispositivos deberán contar con autorización previa del Ministerio de Seguridad, ubicarse únicamente en zonas críticas con alta siniestralidad o cercanas a escuelas y áreas urbanas, y estar correctamente señalizados al menos 500 metros antes de su ubicación. Además, se exige que los equipos estén homologados y calibrados bajo normativa nacional, y se someterán a auditorías periódicas para evitar irregularidades.
Uno de los puntos más destacados de la norma es la suspensión por 180 días de la emisión de multas desde los radares actualmente instalados, los cuales deberán adecuarse a los nuevos requerimientos. Pasado ese plazo, los que no cumplan quedarán fuera de funcionamiento.
La legislación también establece que el 50% de lo recaudado por infracciones se destinará exclusivamente a campañas de educación vial y concientización, promoviendo así un enfoque preventivo y formativo.
Con esta nueva ley, la provincia de Neuquén busca fortalecer la transparencia y credibilidad de los controles de velocidad, alineando su política de tránsito con principios de equidad, legalidad y protección a los conductores.
Neuquén pone freno a los "radares trampa" y aprueba una nueva ley de control vial

La Legislatura sancionó una norma que regula estrictamente el uso de radares en rutas provinciales. Deberán estar señalizados, auditados y ubicarse solo en zonas de riesgo comprobado, con foco en la seguridad y no en la recaudación.