La Legislatura aprobó una norma histórica que actualiza el régimen disciplinario, jerárquico y laboral, incorporando perspectiva de género y derechos humanos.

La provincia de Neuquén dio un paso trascendental en la modernización de su fuerza policial con la sanción de la nueva Ley Orgánica y de Personal de la Policía provincial, que reemplaza un marco legal vigente desde hace décadas y adapta la institución a los retos actuales.

La norma, compuesta por 281 artículos, fue impulsada por el Ministerio de Seguridad y contó con amplio respaldo legislativo. Introduce cambios estructurales en el funcionamiento interno, el régimen disciplinario, el trato hacia el personal y la conducción de la fuerza.

Entre las principales novedades se destacan: la eliminación del arresto como sanción disciplinaria, considerada obsoleta y contraria a los derechos humanos la ampliación de licencias familiares y políticas de cuidado para favorecer la conciliación laboral y personal y la incorporación explícita de la perspectiva de género y los derechos humanos como principios rectores del accionar policial.

Además, la ley rediseña la escala de grados y jerarquías, orientándola hacia la profesionalización y la equidad, y establece un régimen diferenciado de retiro según las tareas que desempeñe el personal, sean operativas o administrativas.

Por primera vez, la norma permite que un civil pueda conducir la Policía provincial, siempre que sea designado por el gobernador, abriendo la puerta a una conducción profesionalizada y desvinculada de la carrera policial.

“Este cambio no solo actualiza normas caducas, sino que también humaniza y transparenta el rol de la Policía en la sociedad neuquina”, destacaron desde el Ministerio de Seguridad.

Con esta ley, Neuquén se posiciona como pionera en el país al avanzar hacia un modelo policial moderno, con foco en los derechos humanos, el cuidado del personal y la eficacia institucional.