Durante un acto realizado junto al gobernador neuquino Rolando Figueroa, el mandatario de Río Negro, Alberto Weretilneck, reivindicó la alianza energética y productiva entre ambas provincias y aseguró que la Patagonia tiene, por primera vez, la posibilidad concreta de ser protagonista del desarrollo nacional. “No vamos a volver a ver pasar el desarrollo. Esta vez no nos van a dejar afuera”, afirmó.
En un discurso cargado de definiciones políticas, Weretilneck subrayó el valor del trabajo conjunto en torno a Vaca Muerta y al puerto de Punta Colorada, dos ejes centrales para el crecimiento económico de la región. Agradeció la “humildad y grandeza” del gobierno neuquino al compartir un proyecto estratégico que, según dijo, podría haber sido encarado de manera unilateral.
El gobernador también cuestionó con dureza el centralismo histórico que, sostuvo, concentró las decisiones en Buenos Aires y marginó al interior profundo. “Siempre los caños se llevaban todo a Bahía Blanca o a Campana, y el empleo se generaba lejos de donde salía el recurso. Eso se terminó”, remarcó.
Weretilneck pidió que el Congreso nacional sea este año un ámbito donde se escuchen y se defiendan los intereses de la Patagonia, más allá de las disputas partidarias tradicionales. “El interior tiene que dejar de elegir entre blanco o negro. En el medio estamos nosotros, defendiendo lo nuestro”, sentenció.
Finalmente, destacó que la unión entre Neuquén y Río Negro no es una construcción política coyuntural, sino un reflejo de los lazos cotidianos entre las comunidades de ambas provincias. “Desde lo educativo, lo productivo y lo energético, hoy somos prácticamente una sola cosa”, concluyó.