Los ciberdelincuentes vuelven a atacar con una sofisticada campaña de estafas por correo electrónico. Esta vez, envían mensajes que simulan provenir de bancos o billeteras digitales, informando sobre tarjetas aprobadas o préstamos listos para usar. El objetivo: engañar a las víctimas para que hagan clic en enlaces que los redirigen a formularios falsos o instalan software espía.
Los mails suelen tener aspecto profesional, pero con detalles engañosos: remitentes desconocidos, diseños simples, errores gramaticales o llamados urgentes a la acción. Al hacer clic, los usuarios pueden comprometer sus datos personales, contraseñas de homebanking y hasta permitir que sus cuentas sean vaciadas.

Desde las áreas de ciberseguridad recomiendan ignorar correos no solicitados, verificar siempre con la entidad oficial a través de canales seguros, y nunca hacer clic en enlaces dudosos. Si ya se ingresó a alguno de estos sitios, es clave cambiar contraseñas y monitorear movimientos bancarios.

Esta modalidad de phishing pone en riesgo a miles de usuarios y refleja el nivel de sofisticación creciente del delito digital. La prevención y el conocimiento siguen siendo las principales herramientas de defensa.