Según un estudio de DatosClaros (enero 2025), el 21,5% de los argentinos considera que herramientas como ChatGPT y Google ofrecen respuestas más útiles que los médicos. Este fenómeno es especialmente notorio entre los jóvenes de 18 a 25 años, un grupo que también presenta un alto porcentaje de desprotección médica.
La relación entre pacientes y médicos se ve modificada por el uso creciente de herramientas digitales como ChatGPT, las cuales ofrecen respuestas rápidas, fáciles de entender y en muchos casos personalizadas. Sin embargo, este avance abre un importante debate sobre los riesgos de confiar en la IA para diagnósticos médicos.
El auge de ChatGPT en las consultas médicasPara Joaquín Fernández Sande, médico especialista en IA y Medicina, parte del éxito de herramientas como ChatGPT radica en su capacidad para ofrecer una respuesta empática y personalizada. La IA, según él, puede replicar patrones humanos y generar una experiencia más cercana al paciente, eliminando los prejuicios y temores relacionados con la salud mental o la sexualidad.
Oscar Mendiz, cardiólogo y director ejecutivo de la Fundación Favaloro, también destaca que la IA es capaz de abordar temas de salud de manera más coloquial y accesible, lo que hace que los pacientes se sientan más cómodos para preguntar sobre temas delicados.
Los riesgos de confiar solo en la IAA pesar de sus ventajas, los expertos advierten sobre los peligros de depender exclusivamente de la IA para cuestiones de salud. Fernández Sande destaca que la IA carece de experiencia sensoriomotora y no puede percibir factores clave como el olor del aliento o la sudoración fría de un paciente, lo cual es esencial para el diagnóstico médico.
Mendiz coincide, subrayando que el juicio clínico humano es crucial, especialmente en situaciones de incertidumbre que no pueden ser resueltas por un algoritmo.
La relación médico-paciente en crisisUn informe de DatosClaros también revela que la relación médico-paciente atraviesa un momento crítico, con un creciente escepticismo hacia los médicos, especialmente en personas de 36 a 45 años, debido a la falta de acceso a una atención de calidad. Ambos especialistas coinciden en que la sobrecarga de trabajo y la presión económica afectan la calidad de la atención, lo que contribuye al desgaste y agotamiento de los profesionales de salud.
El potencial de la IA en medicinaAunque la IA no reemplaza la empatía ni el juicio clínico humano, su potencial para asistir en diagnósticos, reducir errores y facilitar el seguimiento de pacientes es significativo. Los especialistas coinciden en que la clave está en una integración adecuada de la tecnología con la práctica médica, trabajando juntos para mejorar la atención.
¿El futuro de la salud será una combinación de IA y médicos?La conclusión es clara: la inteligencia artificial tiene un enorme potencial para asistir en la medicina, pero no puede reemplazar la interacción humana y la empatía que los médicos aportan a cada consulta. Según Fernández Sande, el futuro de la salud será uno donde la tecnología y los profesionales trabajen juntos para ofrecer diagnósticos más rápidos, cuidados más humanos y un enfoque más preciso en la medicina.