El gobernador del Neuquén, Rolando Figueroa, inauguró este miércoles en la capital provincial la 39ª Edición del Comité de Integración de la Región de los Lagos, acompañado por el intendente Mariano Gaido y autoridades de Argentina y Chile. En su discurso, instó a reconstruir la confianza bilateral con un enfoque práctico y cooperativo.
“Parece que en las aduanas tratan a los viajeros como enemigos. Debemos recibir a nuestros hermanos con respeto y eficiencia”, expresó el mandatario, reclamando una modernización urgente de los controles fronterizos. En ese marco, Figueroa destacó tres prioridades de infraestructura: la consolidación del paso Pino Hachado, la pavimentación del paso Pichachén con respaldo del Banco Mundial antes de 2032 y mejoras sustanciales en el paso Mamuil Malal.
Además, subrayó la necesidad de restringir el tránsito pesado en la Ruta 23, proyectada como corredor turístico, y resaltó la importancia de un desarrollo vial estratégico con visión binacional.
En el plano energético, Figueroa propuso dejar atrás el acuerdo de 1995 y avanzar hacia una plataforma de integración que contemple la exportación de gas y electricidad hacia Chile. “Neuquén tiene reservas para abastecer seis veces el consumo conjunto de ambos países por tres décadas”, aseguró. También mencionó el potencial de la provincia para liderar el desarrollo del hidrógeno azul como energía de transición.
“Siempre nos han tratado como el patio trasero del país. Hoy miramos hacia el Pacífico con decisión y con una alianza estratégica con Río Negro que también abre posibilidades en el Atlántico”, afirmó, con un fuerte mensaje de federalismo.
El encuentro reunió a autoridades como los gobernadores regionales de Ñuble, Biobío y Araucanía, el embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, y funcionarios nacionales. Figueroa cerró con un mensaje integrador: “El mundo se divide entre vecinos. Nosotros estamos aquí para crecer juntos. Esa es la verdadera herencia que podemos dejar”.